viernes, 27 de febrero de 2015

Yo soy Malala

Ayer vi el argumento de la historia y me animé a leer el libro. No dejé de leerlo y me acosté casi a las 3:00 am. Lo resumo en una palabra: Inspirador.


Leer la vida de la ganadora del premio Nobel de la Paz, Malala Yousafzaila, me hizo reflexionar de lo afortunada que soy porque puedo tomar mis propias decisiones y tengo derecho a enriquecer mis conocimientos, a tener educación para buscar una forma de aportar a mi país y al mundo. 

Sinopsis*:

Cuando los talibanes tomaron el control del valle de Swat en Pakistán, una niña alzó su voz. Malala Yousafzai se negó a ser silenciada y luchó por su derecho a la educación. 
El martes 9 de octubre de 2012, con quince años de edad, estuvo a punto de pagar el gesto con su vida. Le dispararon en la cabeza a quemarropa mientras volvía a casa de la escuela en autobús, y pocos pensaron que fuera a sobrevivir. 

Sin embargo, la milagrosa recuperación de Malala la ha llevado en un extraordinario periplo desde un remoto valle en el norte de Pakistán hasta las Naciones Unidas en Nueva York. A los dieciséis años se ha convertido en un símbolo global de la protesta pacífica, y es la nominada más joven de la historia para el Premio Nobel de la Paz. 

"Yo soy Malala" es el excepcional relato de una familia desterrada por el terrorismo global, de la lucha por la educación de las niñas, de un padre que, él mismo propietario de una escuela, apoyó a su hija y la alentó a escribir y a ir al colegio, y de unos padres valientes que quieren a su hija por encima de todo en una sociedad que privilegia a los hijos varones.


Desde muy joven quise ser maestra, pero por cosas de la vida terminé estudiando comunicación social, que es muy afín. Siempre he creído que la comunicación es educación y cambiar hábitos e imaginarios colectivos; y en mi último trabajo estuve vinculada con la educación local. Trabajé de cerca con maestros y maestras buscando posicionar la formación integral para los niños y las niñas de primera infancia, por lo que este libro me conmovió mucho. Habían momentos en los que quería parar de leer porque habían escenas muy fuertes, difíciles de llevar pero su final fue esperanzador porque tan solo a los 16 años esta joven tuvo la valentía de hacer visible su voz y lograr llevar un mensaje para cambiar la suerte de miles de niños y niñas de todo el mundo. 


En la obra autobiográfica, realizada junto con Christina Lamb, la joven describe la belleza natural de su pueblo, las montañas, los días de invierno y verano, estos últimos sus favoritos; la vida de su padre y la profunda admiración que siente por él, la valentía de su madre, y una que otra anécdota de su familia en general; su amor hacia la escuela; sobre la llegada de los Talibanes al valle; sobre su blog donde contaba su vida mientras los Talibanes llegaron al poder y cuando fue victima de los mismos. 

Es un libro que recomiendo totalmente, es un paso para lograr el derecho que tenemos todos: el de aprender, el crecer y ampliar nuestros conocimientos, el de la educación. 


A continuación, comparto algunos de los fragmentos que más me impactaron del libro: 

- "Tomemos nuestros libros y nuestros lapices. Son nuestras armas más poderosas. Un niño, un maestro, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo".

- "Los seres humanos no nos damos cuenta de lo grande que es Dios. Nos ha dado un cerebro extraordinario y un corazón bondadoso y sensible. Nos ha concebido dos labios para hablar y expresar nuestros sentimientos, dos ojos para ver el mundo de colores y belleza, dos pies para recorrer el camino de la vida, dos manos que trabajan para nosotros, una nariz que percibe la belleza de la fragancia y dos oídos para escuchar palabras de amor".

- "La educación es la educación. Debemos aprender todo y después elegir qué camino seguir"(...)"La educación es humana".

- "Empecé a ver que el bolígrafo y las palabras pueden ser mucho más poderosos que las ametralladoras, los tanques o los helicópteros"(...) "Estábamos aprendiendo lo poderosos que somos cuando hablamos"

- "Los talibanes podrían arrebatarnos los bolígrafos y los libros, pero no podrían impedir que nuestras mentes pensaran".

- "Limítate a aprender el sentido literal de las palabras, no sigas su interpretación ni su explicación. Aprende solo lo que te dice Dios. Sus palabras son mensajes divinos que tu eres libre de interpretar con independencia".

- "Empecé a escribir mis propios discursos y a pronunciarlos de otra forma, desde el corazón, no desde una hoja de papel".

- "De acuerdo, dispárame, pero primero escúchame. Lo que estás haciendo está mal. Yo no estoy en contra tuya. Sólo quiero que todas las niñas podamos ir a la escuela"

4 comentarios:

Chelo dijo...

Impresionante Elizabeth! Estoy totalmente de acuerdo contigo, no sabemos la suerte que tenemos. Parece que nos venga regalado el derecho a la educación, no tenemos que luchar por él, y quizás por eso no se le da a ese derecho el valor que merece.
Yo que tampoco soy profesora pero estoy también en primera línea en este ámbito (soy secretaria de un Instituto de Educación Secundaria) veo que muchos niños no aprecian la inmensa suerte que tienen, y veo que los que más se esfuerzan son aquellos que tienen, con su corta edad, historias duras detrás (por ejemplo padres que han emigrado de sus países y han tenido que partir de cero en mi país).
Los que valoramos ese derecho, debemos además tener en cuenta que como dice J.Jaubert:"enseñar es aprender dos veces".
Me ha gustado mucho tu post y tu reflexión.

Unknown dijo...

¡Que gran post! Es un tirón de orejas, porque en estos días empiezan las clases en Argentina y muchas veces no tenemos ganas de ir... y acá podemos ir con total libertad.
Desde que conozco su historia, también la admiro mucho.

¡Mucha paz!

Helena Guerra dijo...

Hola Eli esta genial tu entrada y tienes toda la razón en cuanto a que me siento muy afortunada de haber nacido en este País es por la libertad que la he experimentado. vale aclarar que hasta cierto punto. me hace muy triste pensar que en otros países las mujeres no tienen derechos y me gustaría que eso cambie algún día.

Anónimo dijo...

Me encantó tu post, voy a ver si consigo el libro...saludos desde Uruguay :)